Roberto Agudelo, gerente de Mubrick, una de las pocas inmobiliarias de Bogotá con presencia en Medellín, recientemente dijo que existe la posibilidad de que el valor del metro cuadrado de la vivienda en Medellín supere al de Bogotá en algunos estratos.
La lógica detrás de su afirmación radica en el crecimiento de la demanda frente a la escasez de oferta:
- Nómadas digitales y jubilados de países desarrollados que encuentran en Medellín un destino atractivo de bajo costo.
- Migración interna, es decir, bogotanos asfixiados por el costo de vida, los trancones y los altos índices de inseguridad. Hoy es fácil ver en un semáforo tres o cuatro placas de Bogotá. El fenómeno también se está evidenciando con los caleños.
- El aumento significativo de turistas de negocios, de salud y de recreación hace que cada vez sea más difícil encontrar apartamentos en arriendo: los propietarios encuentran más rentable alquilarlos por días y semanas que por años.
- Colombianos que viven en el exterior, e incluso extranjeros, invirtiendo en la ciudad por la fortaleza del dólar frente al peso colombiano, el aumento del turismo y la valorización.
- Limitación de lotes para desarrollo urbanístico y suplir así la creciente demanda de la ciudad. El barrio El Poblado, por ejemplo, está entrando a una crisis; los constructores no encuentran terrenos aptos para construir nuevos edificios.
- Adicionalmente, los constructores tienen que enfrentarse a altos costos de los materiales de construcción y a las altas tasas de interés.
Como resultado de lo anterior, la demanda está superando la oferta y según la ley que las rige, los precios del metro cuadrado suben.
“En el 2022 vendimos y arrendamos inmuebles en Medellín con las mismas características de Bogotá a precios equivalentes”, aseguró Roberto Agudelo.
El 2023 será el año definitivo para determinar si el fenómeno se revierte o por el contrario veremos por primera vez precios en Medellín superiores a los de la capital colombiana.