John Jairo Rojas Ordóñez y Alexandra Guaje contratan servicios y luego desaparecen sin pagar.
Este es el caso de una pareja que contrata servicios inmobiliarios, evaden con premeditación el pago del 50% a la firma de la promesa, y al final, a la firma de la escritura, desaparecen creyendo ingenuamente que el sistema judicial no los va a obligar a pagar la deuda contraída.
Esta historia la presentamos invocando el derecho a la libre expresión, aportando pruebas y material informativo para que colegas del sector inmobiliario identifiquen prácticas deshonestas:
John Jairo Rojas Ordóñez contactó a Mubrick Inmobiliaria a comienzos de enero de 2025 con el fin de buscar ayuda en la venta de su apartamento en el barrio Castilla.
Ese mismo día diligenció el formulario de consignación y firmó a mano el contrato de corretaje de la inmobiliaria. (ver abajo la constancia).
Al cabo de tres semanas, después de que la agencia inmobiliaria había invertido tiempo y dinero en fotografía, campañas digitales, contact center, agendamiento y visitas, logró una oferta por el apartamento.
La primera alerta llegó cuando John Jairo Rojas Ordóñez y su Alexandra Guaje pidieron que no se les cobrara el 50% de la comisión correspondiente a la firma de la promesa de compraventa, a pesar de que la publicidad de Mubrick, la entrevista de consignación, el contrato de corretaje y incluso la promesa, advertían que esa era la forma de pago.
“Las alertas de una posible estafa se disparan cuando los propietarios evaden el primer pago de la comisión con múltiples excusas. La agencia o el asesor debe rechazar estas solicitudes“. Paula Rueda, broker inmobiliario.
Surtido el proceso notarial y bancario, donde Alexandra Guaje participó activamente, se dio la firma de la escritura del inmueble sin novedades y se realizó la entrega del inmueble mediante acta, como consta en el documento de abajo.
La inmobiliaria envió la factura y nunca volvieron a contestar el teléfono, ni a la asesora que diligentemente los acompañó durante el proceso ni al área de cartera de la agencia inmobiliaria.
Frente a la presión, Alexandra Guaje respondió escuetamente unos chats donde decía que no sabía del paradero de Jhon Jairo Rojas Ordóñez y que ella no tenía nada que ver. Manifestó que “se acaba de separar”, justo en el momento en que debían responder por el pago, no antes, cuando ella y su esposo recibieron los beneficios del trabajo ajeno.
Mubrick Inmobiliaria inició las acciones legales tomando como elemento probatorio el correo electrónico de Alexandra Guaje, los chats por Whatsapp y los documentos firmados en notaría por John Jairo Rojas Ordóñez. Estimamos que a través de un proceso monitorio de cinco meses se embarguen sus cuentas y se recupere el dinero.
A los colegas del sector inmobiliario los mantendremos informados de los avances y no sobra recordar la importancia de mantener la trazabilidad de las comunicaciones y de hacer firmar un contrato de corretaje al cliente que incluya una cláusula de mérito ejecutivo. Así mismo, a no ceder respecto a la intención por parte del usuario de modificar la forma de pago de la comisión, debido a que acumular el total para el final, representa un riesgo mayor y pone en evidencia la premeditación y alevosía del propietario.
Mubrick inmobiliaria es una agencia con trayectoria en Colombia, legalmente constituida y con un equipo legal al servicio de nuestros clientes. Pese a eso, seguimos lidiando con personas mal intencionadas que buscan engañar y estafar. Nos solidarizamos con el 70% de los prestadores del servicio que no están formalizados y que están mucho más expuestos a estas situaciones.
Invitamos a las agencias y asesores inmobiliarios de Colombia a que avancen con los mecanismos legales para proteger sus derechos sin importar su tamaño. La ley cojea, pero llega tarde que temprano.
Así mismo, a que sigan nuestro blog para conocer personas y prácticas deshonestas, siempre ejerciendo nuestro derecho constitucional a la libre expresión, con pruebas y con la verdad de por medio.
